viernes, 14 de diciembre de 2012


La filosofía como necesidad
Resulta cuanto menos gracioso, por no  decir sarcástico, que los actuales herederos de una práctica tan profundamente humana como la  política, se planteen un ninguneo  tan mezquino con los seguidores de los que la inventaron.    Esta “ciencia”,  la política,  en principio fue una rama  de la filosofía,  y estudiaba la mejor forma de gobernar  con justicia  la sociedad de los hombres libres, los ciudadános  de las  polis griegas.  Era otra faceta más que los “amantes del saber” (filo-sofos),  desarrollaron con el  propósito de gobernar la comunidad humana con  igualdad y justicia;  con criterios éticos y basados en el conocimiento.  Está claro que, una gran parte de los que hoy llamamos políticos,  poco se parecen  a lo que entendían por tal  los que inventaron el término.
Sócrates renunció a salvar su vida, y “tomó la cicuta”,  por ser respetuoso con lo que había decidido la comunidad a través de sus órganos políticos, aún a sabiendas de su inocencia y de que había sido fruto de una conspiración de algunos rivales sin escrúpulos. Creyó necesario el gesto para que sus discípulos vivieran, en su maestro,  la importancia de ser coherentes con su ética,   hermana  de la política,  al ser  ambas,   hijas de la filosofía.
Sus herederos filosóficos,  Platón y Aristóteles,  autenticas referencias  de la filosofía política, teniendo unas ideas en gran parte enfrentadas con respecto a las formas de gobierno, sin embargo coincidían  en que el gobierno de la sociedad era algo que sólo debiera estar al alcance de los más sabios,  los mas virtuosos, los auténticos “amantes de la sabiduría” (filósofos);  pues eran ellos los que podrían ejercer el gobierno con más garantías de impartir la  justicia, la  gran virtud social”, entre todos los ciudadanos libres.  Estos nobles propósitos de los “fundadores”,  parece que sus actuales herederos no los comparten en absoluto.
El empeño que algunos sectores  de la que hoy es “sospechosamente conocida”  como “clase política” parece apostar por degradar y poner en cuestión la enseñanza de la filosofía,  madre de todas las ciencias entre ellas de la política.   Amén de un signo de ceguera intelectual y cultural, parecen evidenciar un cierto grado de ensañamiento parricida, quizás consecuencia de la desconfianza y el recelo que les inspira cualquier forma de pensamiento o actitud,  que ponga en cuestión los verdaderos intereses que defienden, cada vez más evidentes,  aunque pretendan ocultarlos tras una demagogia del  utilitarismo que hubiera dejado a los sofistas  en meros aficionados.    
Esta, “nuestra clase  gobernante”,  lejos de lo que fueron sus principios originales,  no valora en nada los intereses generales de la sociedad;  sólo se preocupa por defender a unos pocos privilegiados a los que sirven de forma incondicional, son auténticos esclavos del poder real, su moral parece no querer ver mas allá de  “lo que puede el dinero” .    
Mas que como auténticos políticos, (gobernantes de la polis) son un ejemplo  de mercenarios de un poder ideológico-económico,  cuyas bases filosóficas y éticas parecen haberse anclado en el único dios,  para ellos creíble, el dinero, al que han convertido en su “fin último”.  Es una incondicionalidad  fanática  que a veces hace sonreír, por no llorar,  cuando lanzan sus alegatos destructivos contra  “otros integrismos”, a los que ven como amenaza de la “ecuánime cultura occidental”; somos, dicen el baluarte del liberalismo, no aclaran, eso sí, que el  liberalismo que defienden es el  “económico” , el  del  “libre mercado global”,   el que,  en los últimos decenios,  ha conseguido aumentar hasta límites nunca conocidos la  “riqueza de los más ricos y la pobreza de los más pobres”.
En fin, “todavía” nos queda la palabra, el  logos,  para,  desde nuestra humilde  pero militante independencia,  manifestar nuestra opinión sobre la senda única, que nos quieren vender como camino. Es necesaria la reflexión, la filosofía, para cuestionar si la supuesta meta hacia la que nos quieren dirigir, es realmente la nuestra, o solo de unos pocos.    
Frente al “marketing des-informador” de la  “corriente mediática”, que tan bien manejan, esto serán  unas gotas en el océano, pero nos lo impone nuestra “ética de mínimos”, no queremos  renunciar al kantiano imperativo de la disidencia.   

Asociación filosófico-cultural:   La agorina. 
Lorenzo de Lemus  (14/ 12/ 2004)


martes, 4 de diciembre de 2012


Drogas y  Culturas

Desde los albores de la especie el hombre ha tendido a reunirse con otros como la mejor forma de subsistir, parece que en aras del crecimiento no fue mala idea, pero  ya sabemos que  en los grupos  “los papeles”  se acaban asignando antes o después.
Uno de ellos el de “chaman” fue seguro uno de los mas importantes; lo realmente interesante es que lo sigue siendo. Fueron seguramente estos iniciados de lo oculto, lo inexplicable, lo exotérico, lo magico-religioso; los encargados de intentar  explicar a los  otros  las muchas sorpresas y retos que la vida deparaba a nuestros antepasados, tampoco en eso hemos cambiando gran cosa.  Los ritos mas variados, adecuadamente manejados por el “iniciado”,  sirvieron y siguen sirviendo como una de las mejores formas de comunicarse con los otros y con los “de mas alla” para encontrar respuesta a tantas preguntas y toma de decisiones  que en muchos casos determinantes para seguir viviendo que en el fondo es de lo siempre se trata.
Para  alcanzar el climax adecuado hay muchas técnicas  que van desde el silencio meditativo, el “tan-tan”,  la observación de la Madre Naturaleza, y mas y mas. .
Pero si hay una técnica que casi todos los Pueblos y  Culturas han utilizado para conseguir el “tono“ adecuado han sido las Drogas.
Cada Cultura ha tenido su Droga y cada Droga su Cultura, y en muchos casos  durante miles de años han sido manejadas con la sabiduría suficiente como para que los beneficios que reportan sean al menos mayores que los perjuicios y tengan el suficiente grado de aceptación, llegando  en ocasiones a la  veneración por parte de casi todos, y hayan sido aceptadas por los diversos poderes sociales, que también las han utilizado para sus fines.
El alcohol es, en nuestra Cultura, la Droga con mayúsculas,  desde los dioses y héroes de la mitología clásica, Dionisio, Baco, y tantos otros,  hasta la “copa” solitaria o social de nuestros  días,  pasando por el papel sagrado que toma en el ritual del Cristianismo como “ la sangre de Cristo”, el vino y todos sus derivados  ha  formado parte de nuestra vida, hoy no solo en Mediterráneo sino en gran parte de la civilización del consumo, llegando a ser un signo de distinción y hasta una moda.
Sin obviar que el alcohol junto al tabaco, que importamos de los aborígenes americanos como algo peculiar y exotérico para acabar siendo una de las adicciones mas numerosas en nuestra sociedad sean las drogas que con diferencia mas “muertes provocan” en el Mundo Occidental,  casi nadie, excepto los “fundamentalistas de la salud”,  que en muchos casos han sustituido a los dioses caídos por algo tan difícil de definir como el culto a la salud ; casi nadie repito, se plantea que la forma de solucionar el “alcoholismo y el tabaquismo” pase por la prohibición absoluta del consumo. Se opta por la educación en el consumo responsable como la mejor forma de paliar los efectos adversos de estas Drogas, con las restricciones y advertencias  formalistas y casi de tramite que las Autoridades nos hacen, mientras con la otra mano se protege su producción  y potencia su consumo.  Pero resulta difícil de convencer al hijo  de lo malas que son las Drogas cuando el discurso se hace con ”la copa en una mano y un cigarrillo en la otra”.
Las  Drogas ilegales en Occidente, cánnabis, coca, opiáceos y drogas de síntesis son las que se nos venden como causantes de desgracias y conflictos, sean personales, familiares o comunitarios. Sin duda en las condiciones actuales hay mucho de verdad en ello pero tampoco deja de serlo que gran parte de los perjuicios  atribuidos a las drogas están ligados al hecho de ser perseguidas policial y socialmente. Las penalizaciones que la justicia dicta resultan en demasiados casos mas perjudiciales que las propias drogas. Una  gran mayoría de los presos que “rehabilitamos “ en nuestras cárceles , lo están por problemas relacionados con las drogas.
 El “enganche” o adicción, el gran problema,  se sabe a día de hoy que esta mucho mas determinado por las condiciones, motivaciones y forma de consumo del usuario  que  por la propia droga con sus efectos directos, por nocivos que estos sean.
La llamada “adicción psíquica”, con su  gran componente ambiental es casi siempre el mayor reto de cualquier deshabituación, mucho mas que la “adicción orgánica” que resulta mas controlable con los tratamientos farmacológicos  hoy disponibles.
 El tabaco es un buen  ejemplo; su “mono” físico es relativamente suave en relación con otras drogas como alcohol o cocaína y sin embargo las recaídas en el consumo esta entre las mas elevadas, sobre todo si no se cambian otros hábitos asociados al consumo  de forma paralela  a la deshabituación de la droga
No hay que obviar que  en nuestros días otra de las drogas que problemas de adicción esta provocando desde el punto de vista medico y social, se inician en la consulta de un medico.
El consumo de  ansiolíticos y otros psicofármacos han subido en nuestro país en las  dos ultimas décadas  de forma alarmante para la mayoría de los médicos, psicólogos y sociólogos. 
Eso si como esta adicción no provoca directamente conflicto social no se “lucha” contra ella como se hace con las “ilegales. 
El cinismo e hipocresía social sobre las drogas resultan mas que evidentes, pero un nuevo enfoque de este problema mas abierto y realista no parece encontrase, a día de hoy, entre las prioridades de los máximos responsables sociales y de la sociedad en su conjunto.
En otras Culturas como gran parte del  mundo Islámico, los papeles se cambian y así como el consumo del “cáñamo”, sea fumado, o ingerido en infusión o tortilla,  es socialmente mas o menos tolerado , el demonio es el alcohol, son la tradición y los intereses económicos y claro ideológicos predominantes los  responsables de esta curiosa paradoja, que tantos problemas crea en los cada vez mas de moda “viajes exóticos”. y los poco  lúdicos desplazamientos migratorios.
Algo parecido podríamos decir del la “coca” que azota nuestra sociedad de forma alarmante y lleva cientos de años siendo utilizada en toda la Cultura Andina como algo que  se considera imprescindible para mantener la actividad necesaria para buscarse la vida a esas altitudes.
Se puede seguir con otros numerosos ejemplos de Drogas que en el intervalo de unos kilómetros o minutos de avión pasan de ser algo normal y hasta imprescindible a algo prohibido y demoníaco.
Puede que  un adecuado conocimiento, que no  solo información,  de la mayoría social sobre este tema sea la mejor  alternativa para superar lo que a día de hoy es una de las grandes paradojas de comportamiento de las distintas Culturas  de la “aldea global”,. y a su vez tan bien viene a los amigos de los grandiosos  beneficios  económicos, que hacen del trafico ilegal de drogas y armas, casi siempre van de la mano, la forma mas efectiva de un rápido enriquecimiento, eso si utilizando la corrupción y connivencia con sectores del  poder como su mejor arma.
Resumo en una frase mi simplista mi   opinión  sobre  el tema:
Las drogas comienzan a ser un problema cuando se deja de usarlas para pasarlo bien y se pasa a  usarlas  para no pasarlo mal.
Un consumo equilibrado y responsable de casi cualquier tipo de droga como apoyo al bienetar, tiene poco que ver con su uso como vía de escape  a la  frustración,  ansiedad, depresión, infelicidad en definitiva,  que conlleva en muchos casos nuestra forma de vida.
Aunque es difícil no ser escéptico con respecto un posible abordaje mas  honrado y realista de esta cuestión por parte de la sociedad en general y de los poderes públicos en particular antes o después habrá que “ponerse las pilas”. Nunca es tarde

Lorenzo de Lemus   Pulido.  

 



martes, 9 de octubre de 2012

Me estreno en este espacio con un escrito- reflexión que  publiqué en una revista local de Mérida (Voz Emérita) que, como no, ya desapareció con la crisis.             El escrito es de Octubre del 2008 cuando "todo esto" estaba empezando:  




Casi todos  hemos dicho alguna vez o al menos hemos oído aquello  de          “ La experiencia es un maestro muy caro”. Nada  como el vivirlo en primera persona nos sirve para   aprender algo. Ese casi paradigma  popular, aunque, como no, puesto en entredicho por muchos  “pensadores”,  casi todos  lo aceptamos como una gran verdad y no menos cierto es  aquello de “los tropiezos son lo mejor para llegar al buen andar”.
En otras palabras  son la experiencias mas dolorosas y duras de las que mas aprendemos.
Esta actitud inmersa en lo mas profundo de las “personas de a pie”, resulta bastante evidente en el devenir de lo pueblos y civilizaciones que conocemos a través de la historia.. 
El gran paso adelante que supuso el Renacimiento para la cultura, ciencia,  arte,  filosofía, pensamiento y estructura social, resultó decisivo para la llegada del Mundo Moderno del que todavía somos herederos en gran parte de los valores de la actual  sociedad occidental.
La paradoja es que este maravilloso florecimiento se llevo a cabo en un entorno  aparentemente poco favorable,  guerras interminables como la los “cien años”, la peste que  se había llevado por delante a uno de cada tres europeos, hambrunas, crisis del feudalismo, estructura social durante casi un milenio, la corrupción escandalosa  de la jerarquía de la Iglesia, única depositaria de la moral y el conocimiento  y  que resultó  el detonante de la Reforma y el  Misticismo, son solo algunas de las experiencias que les toco vivir a los europeos  en este “brillante periodo” de nuestra historia.
Estas “crisis profundas” han sido en otros muchos casos el detonante de importantes avances para la humanidad, cuando en contra, de los diversos y siempre conservadores sectores del poder, la sociedad  apostó por “renovarse o morir”.
Creo que el clima de pesimismo que a nuestra privilegiada sociedad actual le provoca la actual crisis financiera,  que no de la economía real, y fruto de  las  desmesuradas acciones a que lleva la avaricia  de unos pocos “señores del dinero”,  podría ser motivo de reflexión para una sociedad como en la que vivimos  basada en unos valores  difícilmente sostenibles a medio  y no digamos a largo plazo.
Como siempre los “grandes responsables “ se aferran  a mantener  lo viejo como la mejor manera de conservar sus privilegios.
Si queremos un mundo mejor para todos,  hay que buscar alternativas que  desde luego no podemos esperar de las actuales estructuras  que rigen la “aldea global del dinero, que no de las personas”
Este aprender del sufrimiento tan evidente en lo social resulta casi siempre igual de valido  para la vida individual.
El ser capaces de ver tras la maraña  que suponen obstáculos  y sufrimientos  que alguna, o muchas veces, la vida  nos depara,  suponen  también “señales” que nos pueden servir para replantearnos la vida que hasta ese momento hemos llevado y que en lo mas profundo sentimos como algo que se nos ha dado y de la que rara vez somos “protagonistas”. 
Enfermedades como el cáncer, muertes inesperadas, desengaños sentimentales, problemas económicos que cuestionan nuestro rutinario vivir, son no pocas veces el acicate que  muchos han necesitado para buscarse  a si mismos,  que es la mejor  manera de encontrarnos con los demás, y valorar de forma algo mas lucida lo que realmente queremos para nuestras vidas, cómodas y rutinarias pero casi siempre marcadas por la infelicidad y el vacío interior. Ese camino es de “cada uno” pero   la mayor parte de los que lo emprenden  dicen que aunque  duro  si se tiene constancia,  realmente“ merece la pena”.

Lorenzo de Lemus

Merida a 12 de Octubre de 2008